Había pasado casi un mes, desde que fui por última vez. Las cosas que había pedido que se hicieran, por supuesto estaban sin hacer. El endicado no solo no había sido arreglado, sino que en los lugares que si se hizo algo, fue quitando tierra desde el lado de adentro, entonces, ahora no solo tengo el dique roto, sino que aparte, lo han socavado.
El pasto alto, y lo que había tirado para controlar las malezas (glifosfato), poco había servido. Quizás la única ventaja es que el verano se ha ido ( lo que por otra parte no me hace muy feliz!) y dará un poco más de tiempo y todo crezca un poco mas despacio y no en la forma desenfrenada del verano, que torna casi imposible mantener los espacios desmalezados.
Conocimos un vivero en el delta que tiene valores razonables, claro que empiezan las decisiones. Según unos, conviene esperar a traer las plantas en agosto, para evitar que las planta sufran las heladas, otros que tiene que ser en junio-julio, para no moverlas cuando ya empiecen con los brotes. Y de los frutos, mejor ni hablar. Los que para unos son buenos, para otros son los peores, y al revés. A fin de mes debería empezar a hacer los pozos, para que la tierra respire un poco antes de poner las plantas, por lo que el tiempo de decisión se acorta. También, en otoño no conviene desmalezar, por las hojas. Así que eso debería prácticamente pararse.El otoño tiene a mi ver los colores más lindos del delta. Para el verano que viene, espero poder contar con por lo menos una línea de cada una de las variedades de plantas que quiero ( Kiwi, caqui, duraznos) , y completar el cinturón de casuarinas y plantar algunas palmeras y árboles. Veremos.
