Pensé en escribir en blog, con la idea de el día de mañana mirar hacia atrás y reconocer el esfuerzo. Una forma de no pasar por alto los altos y bajos que hay en cualquier proyecto. Pero quizás, este objetivo también me jugo una mala pasada. Es que cuando no se avanza, cuando parece que uno retrocede, mirar para atrás no es tan fácil, ni positivo, y duele. Así que acá estoy, por un lado enfrentado con los vaivenes, pero por otro lado, más convencido que antes de seguir.
El verano trajo ese respiro que esperaba. La naturaleza permite avanzar en el desmonte para luego plantar algo. Claro que para esto, la humanidad de uno solo no basta y cada una de las personas que dijo que iba a trabajar al final no lo hizo. Con cada uno era la esperanza de avanzar y la desmoralización de no hacerlo, el ver los días que pasan que en definitiva son días perdidos. El tiempo corre y la fecha de la siembra se acerca, hay un limite que no se puede obviar. Con el agravante que ya no es una superficie que uno pueda manejar los fines de semana. Probé ir y quedarme a dormir y trabajar el fin de semana, lo cual, por un lado me parecía injusto con mi familia , por otro lado, me dejaba totalmente arruinado y por último, aun así, poco y nada avanzaba.
Por supuesto que los fines de semana de lluvia o marea alta, no permiten hacer nada.
Sin embargo, en ese pedazo de tierra, sigo reconociendo un sueño y tengo de el una imagen, que si bien es muy distinta de lo que hoy es, se, que tarde o temprano será lo que yo veo.
En el mientras, me reconfortan ver los colores de los árboles, sus ocres y amarillos. Reconocer los distintos helechos y las formas y colores de los hongos, raro encuentro, en esto ultimo, que no sean concebidos como una manera de adorna los jardines.
Me queda el silencio, o con el ruido del viento, casi lo mismo, como uniones de un circulo perfecto.También, en cada día que pasa, mi proyecto va tomando más y más forma, se hace más seguro, más concreto y me descubro pensando en cosas que se no voy a conocer. De las cuales solo puedo colocar la semilla para que alguien lo siga.. En el solo intento de esto último, creo, que esta aventura vale la pena, y con esta idea, intento dormir para juntar fuerzas y seguir mañana.
