jueves, diciembre 31, 2009

A solo 3 contramarcos.

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Este 1ro de enero de 2010, serán los últimos días de esta primera etapa. Mucho antes, allá por el 2004 decidimos comprar esta quinta. De la cual poco y nada sabíamos. Al desmontar, encontramos ciruelos, membrillos y vides. También lo que hoy es el galpón y lo que alguna vez fue un gallinero, así como el tanque donde se juntaba el gas natural y que alimentaba la cocina que aun conservamos, aunque ya no con ese método. Seguramente hay mas cosas por descubrir en lugares que aun no pudimos acceder.
En el 2005 luego de hacer el desmonte de una parcela, comenzamos a plantar los primeros frutales : manzanos, perales, nueces, higos, pomelos, naranjos, mandarinas, damascos, granadas, duraznos, cerezos, almendros, limoneros, caquis y arándanos
En el 2006 se comenzó con la reparación de la casa. Luego de idas y vueltas habíamos encontrado quien la reparara conservando la forma original de esta que tenía mas de 100 años, que había sido casa y almacén, para finalmente quedar abandonada durante años. Se compró pinotea y todas las aberturas de demolición para mantener los materiales originales. Algunas de las puertas y ventanas fueron llevadas de otra casa de la isla, donde nació mi abuela y que tiene otra punta de años.
Encarada la casa y los frutales empezamos a ver el tema de los animales. Llegaron patos, faisanes, ovejas, gallinas, nutrias, conejos.
A fines del 2008 el proyecto hacía agua por todos lados, luego de 3 años la casa poco había avanzado, los materiales se apilaban y aun el lugar era totalmente inhabitable. Los animales que no se habían escapado o muerto distaban mucho de la idea original de criarlos en un ambiente lo más natural y menos agresivo posible. Los frutales estaban totalmente abichados y los fines de semana era solo para ir a trabajar de sol a sol para mantener a raya el monte.
El haber tomado la colectiva de las 645 de la mañana para controlar los trabajos de la casa no había servido. Un día no salía por falta de agua, otra por que había huelga de maestros y cuando lo hacia poco servía para controlar la obra sobre la que uno se encontraba ya con todos los desmanes perpetrados.
El 2009 fue el cambio. Decidimos no contratar a ningún otro genio de la carpintería isleña y encarar personalmente los arreglos de la casa que aun no estaba siquiera cerrada. Sacrificamos o regalamos los animales y encomendamos a la buena de Dios los frutales. Durante este año deje de correr regatas y me dedique a trabajar en la isla todos los fines de semana. La lancha se vendió o mejor dicho se la comió la isla.
Casi al final, cuando ya teníamos agua y los baños funcionaban, el fin de semana anterior a festejar la inauguración el viento se llevo parte del techo. El viento, muy fuerte, se llevo las chapas que quedaron en las casuarinas a 10 mts de altura junto con los largueros sobre las que estaban clavadas. Al otro día, encontramos que en lugar de poner las membranas quienes lo habían hecho pusieron bolsas de plástico negro en lugar de aislante, que la mitad de los largueros no estaban clavados a las chapas y que habían los clavos, eran más adecuados para colgar un cuadro de una pared que para colocar un techo. Bajo la lluvia, intentando que el agua no arruinara los pisos que ya habían sido plastificados y los muebles, se trabajo durante 2 fines de semana para corregir las cosas mal hechas y arreglar los destrozos. Para este entonces hacia 4 años que se trabajaba en la casa y era por lo menos la tercera vez que se veía postergada la inauguración. Hubo que cortar una docena de árboles caídos o próximos a caer sobre la casa.
Hoy, 30 de diciembre de 2009, planifico las tareas a realizar el 1 de enero de 2010. Me quedan colocar 3 contramarcos exteriores para cerrar la primera etapa. Luego, por supuesto habrá mucho más. Mucho, muchísimo más. Pero esta primera etapa esbozada en un papel en el 2004 habrá concluido. Antes de esa fecha, ya hoy, saboreo y toco lo que fue una visión hace 6 años, darle la posibilidad a mis hijos de ver el mundo desde otra perspectiva. Conocer y vivir la naturaleza tal cual es. Con su crudeza y belleza propias, sin tintes que la distorsionen o cambien, Sin TV, DVD o Wii.
Cuando el último fin de semana llegaron luego de 4 días y no corrieron a prender el televisor o la play sino que tenían otras cosas que hacer que les resultaban mas interesantes, sentí que todo lo que había pasado en estos 6 años no había sido en vano. Y que ellos tenían nuevos elementos para ser mayores protagonistas de su vida.
Cuantas veces me habrán cuestionado lo que hacia. Cuantas alternativas mejores habré tenido para disfrutar los fines de semana. Cuantas veces no me habré planteado que esto simplemente me había sobrepasado y se había ido de cauce. Cuantas noches de pensar si esto era un proyecto o una obstinación.
Los hombres no nos damos oportunidades. No nos las damos a nosotros mismos para soñar. Se la negamos a los demás cuando los prejuzgamos, cuando no nos animamos mostrar el camino. No hacer algo bien, no solo es hacerlo mal, es también, no dar la oportunidad de que otro nos imite. Si tiro un papel a un cesto, si pongo una luz de giro en el auto, si saludo y doy las gracias, no solo es ese hecho aislado, es convidar y dar la oportunidad a otro para que me siga, que no se sienta solo, es invitar y convidar, no para que nos den, para que nos retribuyan, sino para invitar a dar y darse. Es dar la oportunidad de ser mas, de crear el espacio para que lo mejor de cada uno salga.
Supiavento es o ha sido una oportunidad de creer en mi. Cada traba resulto la oportunidad que tuve de demostrar que la podía superar. Pero es mucho más. Por que quiere ser el lugar donde otros se den la oportunidad que se están negando.
Y esta es la segunda etapa, que empieza pasado mañana. 3 contramarcos son las ultimas líneas de este primer capitulo de Supiavento.

lunes, diciembre 28, 2009

lunes, diciembre 14, 2009