lunes, junio 10, 2013

Delta en Invierno

 Una de las cosas que recuerdo particularmente de cuando era chico es el delta en invierno. Ir a dormir era meterse entre sábanas frías casi húmedas. Se calentaba un ladrillo en la estufa a leña que luego envuelto en tela servía de bolsa de agua caliente. El mismo era colocado en la cama minutos antes de irnos a dormir. Luego una vez que estábamos acostados había que patalear rápidamente para que la parte de las sábanas en contacto con uno se calentara. Los extremos de la cama, helados, intentaban no se visitados durante la noche. Ir al baño, implicaba no solo levantarse y abandonar el calor que se había logrado, también salir y atravesar la galería para llegar al baño que estaba en el otro extremo de la casa. En esa época la luz era de pequeños faroles a kerosene que quedaban apagados durante la noche. Si llovía el trayecto había que hacerlo caminando, (siempre descalzos) por las maderas mojadas del piso y a oscuras. Existían también las bolsas de agua caliente de goma, dada su peligrosidad, siempre estaba el cuento de alguien a quien se le había salido el tapón y quemado, nos tocaban los ladrillos.

En contraste con esto Supiavento tienen en cada habitación una estufa, con lo que se corta la humedad y el frío. Para los que gustamos de la isla, el invierno es especial. El delta se viste de colores en cada estación, y los del invierno son especiales, por los tonos amarillos y ocres. No hay mosquitos, lo cual es una ventaja a la hora de disfrutar del parque y para los que amamos la tranquilidad, no hay motos de agua y el trafico se reduce a mínimos que pueden tocar la simple inexistencia de lanchas durante el día. Esto a su vez, trae otra ventaja, los animales se asustan menos, en los días que estuvimos, los patos se paseaban muy tranquilos en el parque y es cuestión de animarse a madrugar para disfrutar de otras especies que normalmente se encuentran escondidas por el ruido. Por supuesto, no se puede uno bañar en el río, pero esto se reemplaza con un buen baño de inmersión con agua caliente, mirando el jardín y  un vaso de vino